Diabetes

El 13% de la población mayor de 18 años en España, sufre de diabetes mellitus y a nivel mundial es una enfermedad que sigue aumentando su prevalencia con el pasar de los años. El pie diabético representa una de las consecuencias de la diabetes, se caracteriza por heridas o úlceras en los pies de estas personas.

Entre el 8 y el 13% de las pacientes con diabetes mellitus tienen pie diabético, en su mayoría personas entre 45 y 65 años. Las úlceras y amputaciones del pie diabético son las principales causas de morbilidad y mortalidad en personas con diabetes.

Cómo inicia el pie diabético

Los efectos sostenidos en el tiempo por la cronicidad de la diabetes, con la neuropatía periférica y la insuficiencia vascular, van creando el terreno para la aparición del pie diabético. A esto le sumamos las presiones intrínsecas y extrínsecas a las cuales pueden estar sometidos los pies.

La base del tratamiento está en corregir o mejorar estos factores, principalmente en disminuir la presión sobre el pie. La restitución de la circulación sanguínea también es importante para conseguir un mejor resultado.

Cuidado de los pies en pacientes diabéticos

Prevenir la aparición del pie diabético es uno de los objetivos del tratamiento de la diabetes. Estas son algunas acciones para evitar la aparición del pie diabético:

  • Reconocer y tratar temprano a pacientes con diabetes y pies en riesgo de úlceras y amputaciones; esto puede retrasar o prevenir resultados adversos.
  • Realizar una evaluación completa del pie al menos una vez al año, con el objetivo de identificar factores de riesgo para úlceras y amputaciones.
  • En pacientes con pérdida sensorial, ulceración o amputación previa, deben evaluarse los pies en cada visita.
  • Mantener un seguimiento comparativo de los síntomas previos con los actuales, de neuropatía y enfermedad vascular.
  • Evaluar cambios en la piel, deformidades en el pie, evaluación neurológica y vascular, que incluye pulsos de las piernas y los pies.
  • Los pacientes con claudicación o disminución de los pulsos deben ser derivados con el cirujano cardiovascular.
  • Educar a los pacientes diabéticos sobre el autocuidado preventivo de los pies. Esto incluye el lavado y secado correcto de los pies, una o dos veces al día, para prevenir la proliferación de bacterias y hongos.
  • Es importante recordarle al paciente que no debe caminar descalzo por el riesgo de sufrir heridas.

Protección para los pies de los diabéticos

El uso del calcetín para pie diabético, que no solo es bacteriostático, sino que además evita rozaduras en zonas delicadas, como la planta del pie, ayuda a prevenir la aparición de úlceras o infecciones por hongos y bacterias en el pie.

En pacientes con alto riesgo, se recomienda el uso de calzado terapéutico especializado, que se adapte al tamaño del pie y permita una óptima transpiración y excelente sujeción del pie, cómo el calzado terapéutico – rhuys® que puede usarse en combinación con el calcetín para pie diabético.

Tratamiento para el pie diabético

Tratar el pie diabético es una tarea multidisciplinaria, integrando la colaboración de ortopedistas, podólogo, endocrinólogo, cirujano cardiovascular, psicólogo y el personal de enfermería.

Uno de los pilares del tratamiento contra las úlceras del pie diabético es aliviar la presión plantar, lo cual puede conseguirse con el reposo en cama y evitando apoyar en la medida de lo posible el pie.

Desbridamiento de la úlcera del pie diabético

El desbridamiento regular de la úlcera, eliminando todo el tejido no viable, facilitará la formación de una herida con tejido de granulación sano. Esto garantiza que la cicatrización sea desde la base y no solo desde los bordes.

Se realiza antes de la cura, bajo normas de asepsia en la sala de curas. Cuando la úlcera es amplia o profunda el desbridamiento debe hacerse en quirófano.

Las curas que se realizan posterior al desbridamiento son importantes. Deben hacerse con material antiséptico y posteriormente colocar un apósito que ayude a la cicatrización de la úlcera.

Disminución de la presión para tratar la ulcera del pie diabético

Una vez que sana la úlcera, es importante prevenir la reulceración, con una vigilancia constante, control de la glicemia y el uso de elementos de descarga y alivio de la presión diariamente.

El uso del walker fijo corto permite utilizar la plantilla especial para pie diabético/úlceras (especial walkers) para lograr disminuir la presión en la región plantar del pie.

La plantilla especial para pie diabético/úlceras (especial para zapatos postquirúrgicos) también es eficaz para disminuir la presión del pie en pacientes con úlceras. Sus celdas móviles permiten retirar y reponer las celdillas para disminuir la presión en el lugar necesario.

Infección del pie diabético

Se debe descartar y tratar la infección. La mayoría de las infecciones del pie diabético son polimicrobianas con cocos gram positivos aeróbicos; los más comunes son el estafilococo y el estreptococo. En pacientes sin evidencia de infección no es necesario el tratamiento con antibióticos.

Las infecciones en ulceras leves pueden tratarse de forma ambulatoria con antibióticos orales, siempre y cuando la condición del paciente lo permita. Para los casos más graves, se debe hospitalizar al paciente y utilizar antibióticos por vía endovenosa.

El desbridamiento quirúrgico de tejidos necróticos y fragmentos de hueso comprometido es indispensable en caso de infección severa, para favorecer la cicatrización.

Terapia con oxigeno hiperbárico

La terapia con oxígeno hiperbárico para pacientes con pie diabético ulcerado tiene evidencia mixta, que respalda su uso como tratamiento complementario para la cicatrización de heridas y prevenir la amputación.

Sin embargo, el alto costo en relación con la efectividad y su baja evidencia, no justifica su uso de forma general.

Amputación del miembro inferior

El pie diabético se considera la primera causa de amputación no traumática de miembros inferiores. El 80% de las amputaciones inician con una úlcera, que a pesar del tratamiento no cicatriza o provoca una lesión extensa en los tejidos y huesos.

Esto puede desencadenar la amputación de un dedo del pie o incluso una parte de la pierna. Los pacientes con revascularización con evolución desfavorable debe considerarse la amputación parcial o total de la extremidad.

Otra razón por la cual el pie diabético termina en amputación es cuando la infección representa un riesgo de muerte para el paciente. Hablamos de ulceras extensas y osteomielitis, que desencadenen una sepsis por pie diabético.

Fuente Orliman