¿Alguna vez has comprado unos zapatos nuevos y al caminar solo has sentido dolor en un pie (mientras que el otro está perfectamente)? Puede parecer raro, pero esto suele pasar más de lo que creemos, tanto con calzado nuevo como con zapatos que ya hemos llevado durante cierto tiempo.

¿Por qué se produce dolor o molestia solo en un pie?

Aunque los dos zapatos estén fabricados con los mismos materiales y diseñados para unas tallas específicas, no significa que vayan a adaptarse igual en ambos pies, ya que cada pie es diferente y pueden presentar patologías o características diversas. En este artículo te contamos las causas más frecuentes:

1. FALTA DE SIMETRÍA EN EL TAMAÑO DEL PIE

No hay dos pies iguales, ni siquiera los de una misma persona lo son. Por lo tanto, si tenemos un pie más grande que otro, uno de los zapatos puede adaptarse bien, pero el otro puede apretar más en alguna zona o provocar roces y lesiones. De hecho, dependiendo de la diferencia en el tamaño, hay personas que tienen que comprarse los zapatos de tallas diferentes para evitar molestias al caminar.

2. MORFOLOGÍA DE LOS DEDOS

Al igual que hay diferencias en el tamaño de los pies, también las hay en cuanto a la logitud de los dedos. Se distinguen tres tipos:

  • Egipcio: El dedo gordo es el más largo y los demás dedos son cada vez más pequeños uno tras otro.
  • Griego: El segundo dedo es más largo que el resto.
  • Cuadrado: El dedo gordo y el segundo dedo miden prácticamente lo mismo.

Por ello, según el tipo de pie que tengamos, elegir el calzado correcto será fundamental para evitar molestias. En algún caso, esta morfología puede ser más exagerada en un pie respecto al otro, y por lo tanto, notaremos más dolor en un solo pie.

Tipos de pies

3. PROMINENCIAS ÓSEAS

Una prominencia ósea es molesta cuando sobresale mucho un hueso del pie, provocando roces y lesiones con alguna parte del zapato (suele ocurrir sobre todo en talón y en los dedos).

Las prominencias óseas más comunes que pueden provocar molestias con el calzado son los juanetes (hallux valgus) y el síndrome de Haglund (en al talón).

4. ALTERACIONES EN DEDOS Y UÑAS

Las alteraciones en dedos y uñas, como son los dedos en garra, martillo y maza, o las uñas en garra, también pueden provocar dolores o molestias en un solo pie. Estas malformaciones, que no tienen porque estar presentes en ambos pies, pueden llegar a provocar dolor en la parte de los dedos, ya que chocan repetidamente con la puntera del calzado.

Llevar las uñas más largas de lo recomendado, en un calzado cuya talla es ajustada, puede provocar también ciertos dolores.

En definitiva, si normalmente sientes molestias al caminar en un solo pie, visita a un especialista en podología y biomecánica para determinar cuál es la causa y origen de este dolor.

Fuente Podoactiva