Si un libro de texto de 256 páginas pesa unos 500 gramos —puede variar según el gramaje del papel o el tamaño de la hoja—, calcule: ¿cuántas asignaturas tiene su hijo este curso? Ponga un libro por asignatura, un cuaderno, las extraescolares y añada el material de deporte y el termo de la comida, si también la lleva desde casa. De media, según los datos de un estudio de la Universidad CEU San Pablo, los niños llevan 4,5 kilos a sus espaldas. Pruebe a ir con esto todo el día a cuestas. Es más, piense en esa maleta de cabina de máximo 5 kilos.

“La OMS recomienda que la mochila no supere el 10% al 15% del peso del niño que la va a llevar”, apuntan Francisco García-Muro, profesor de Fisioterapia en la universidad y director del estudio, y Rebeca González de Castro, también investigadora en el proyecto. Entonces, si su hijo pesa 30 kilos, la recomendación sería que su mochila no pesara más de tres kilos, pero su hijo deberá llevar el mismo material al colegio que su compañero de 45 kilos.

“Con seis asignaturas diarias, a cuaderno y libro por cada una de ellas, más la mochila de educación física y la de la clase extraescolar, es utópico que ningún niño cargue con más peso del recomendado, pero por lo menos deberíamos reducir el porcentaje de niños que cargan sobrepeso con en su mochila cada día”, explican los autores de la investigación, que arroja que el 80,4% de los niños en edad escolar portan más kilos de lo que es seguro para sus espaldas (un 13,23% de su peso corporal). Y de los 102 alumnos de entre 6 y 12 años de colegios de la Comunidad de Madrid, casi el 6% superaba el 20% de su peso corporal.

¿Romper el libro por temas? Se buscan soluciones
“La vida sedentaria y la reducción de actividad física, añadido al sobrepeso de las mochilas escolares”, añaden García Muro y González de Castro, “son factores de riesgo muy importantes para tener en cuenta en los dolores de espalda”. Y son muchos los estudios que abundan en las consecuencias musculoesqueléticas de portar demasiado peso en la espalda.

Una madre relataba con cierta desesperación cómo desmembra los manuales de su hija para reducir el peso de su mochila en una petición dirigida al Ministerio de Educación y que sometía a voto popular en la plataforma Change.org para que los libros de texto sean trimestrales y no anuales. Se trata de una medida que ya se ha tomado en algunas comunidades, “pero, tal cual arroja este estudio, vemos que para el 80% del alumnado es insuficiente”, se lamentan los autores. “Tal vez la solución sean las nuevas tecnologías o racionalizar lo que realmente se necesita llevar y traer todos los días”.

¿Y las mochilas con ruedas? “En la búsqueda bibliográfica realizada previa al estudio, hemos encontrados más críticos que a favor (la carga, como ocurre con los bolsos que se llevan sobre un hombro, se distribuye en la espalda de forma desigual), aunque es un campo que aún no se ha estudiado lo suficiente”. Mientras la mochila siga llevándose en la espalda, Óscar Campillo, experto de las clínicas de espalda Atlantotec, explicaba a BuenaVida que “hay que colgarla en la zona dorsal, llegando hasta las lumbares, pero nunca colgando por debajo de estos segmentos de la columna vertebral”.

 

Artículo con procedencia de elpais.com

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