que es un ictus

Qué es un ictus… Es una enfermedad cerebrovascular que se produce cuando disminuye o se obstruye el flujo sanguíneo impidiendo que la sangre llegue al cerebro en la cantidad necesaria. No llega ni oxígeno ni nutrientes, y las células sufren una lesión. Actuar de manera rápida tras los primeros síntomas del ictus es fundamental para minimizar las secuelas y que su incidencia sea menor. Además, empezar pronto con la rehabilitación también es beneficioso.

Saber qué es un ictus y conocer los síntomas ayuda a minimizar las secuelas

Conociendo la definición de qué es un ictus es importante ir a los síntomas del ictus. Las principales señales de alerta son:

  • Entumecimiento, debilidad en grupos musculares amplios, como los de un brazo o una pierna y problemas de movimiento y coordinación.
  • La boca queda torcida, y aparecen problemas para hablar o sonreír.
  • Alteraciones del lenguaje tanto a la hora de expresarse como al intentar entender lo que dicen otros.
  • Pérdida repentina de la visión y alteración en el resto de los sentidos, principalmente el del tacto.
  • Problemas de memoria y orientación, así como pérdida de la noción del tiempo.

Saber qué es un ictus y sus consecuencias es clave para reducir los factores de riesgo

Dependiendo del tipo de ictus y su gravedad, la vida después de un ictus puede ser más o menos complicada. El más frecuente, al que nos solemos referir cuando pensamos qué es un ictus, es el isquémico. Algo impide que la sangre llegue al cerebro y las células sufren una lesión. Es lo que se conoce como isquemia cerebral; y si la carencia de riego sanguíneo se prolonga, ocurre el infarto cerebral. Cuando el flujo no se obstruye durante un periodo de tiempo importante, es un Ataque Isquémico Transitorio (AIT).

Otro tipo de ictus, menos frecuente, es el hemorrágico. El problema es la rotura de una arteria. Esta sangre, además de no nutrir a las células del cerebro, puede crear presión sobre el mismo, originando daños. Estos daños suelen ser más graves que los producidos por el isquémico.

Pero siempre, ante cualquier tipo de ictus, hay que empezar cuánto antes la rehabilitación para conseguir la mayor autonomía física, pero también mental y social. Hay que convivir con las consecuencias de lo qué es un ictus, pero eso no significa que no puedas vivir una vida más o menos normalizada. Médicos, neurólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, logopedas y personal de enfermería forman el equipo multidisciplinar que intentará ayudar al paciente a recuperar las funciones alteradas o restablecer las funciones perdidas.

Si nos centramos en la autonomía física y funcional, existen además multitud de ayudas técnicas que pueden ayudar a mejorar y/o completar la rehabilitación, así como facilitar la vida diaria del paciente y los cuidadores. Entre ellos el Apoyo antiequino Boxia de Orliman, que ayuda a la movilidad de los pacientes y evita el riesgo de tropiezos con elementos comunes, como alfombras, bordillos e irregularidades de la superficie. Consta de 2 componentes, una cincha supramaleolar por encima de los maléolos y un soporte de unión, antideslizante, para fijar entre la lengüeta y los cordones del calzado por medio de un anclaje central tipo gancho. Ambas partes se unen gracias a un elástico para la tracción, regulable, para una mayor o menor flexión. Así se consigue ayudar a elevar el antepié, permitiéndole flexión plantar en el apoyo del talón, inmediatamente después de la fase de despegue.

Es importante tener presente que muchos de los casos de ictus se pueden evitar. Algunos expertos afirman que controlar algunos factores de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco y drogas, el sedentarismo, la obesidad o algunas enfermedades como la hipertensión o el colesterol alto reduce su incidencia en un 80%.

Fuente Orliman