Fisioterapia para Artritis Reumatoide

Mañana 12 de octubre se celebra el Día Mundial de la Artritis Reumatoide, el objetivo es educar a las personas sobre las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas, y promover una mejor calidad de vida y tratamientos para aquellos que la padecen.

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes, se trata de una enfermedad prolongada que también puede afectar otros órganos. Se estima que, actualmente, la cuarta parte de la población europea sufre de enfermedades reumáticas o musculoesqueléticas, y esta incidencia no parece querer desaparecer sino, por el contrario, va en incremento.

Causas

La causa de la AR no se conoce, se trata de una enfermedad autoinmunitaria, lo que significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano. Puede presentarse a cualquier edad, siendo más común en la mediana edad y en mujeres que en hombres.

La infección, los genes y los cambios hormonales pueden estar vinculados a la enfermedad, también el tabaquismo puede estar asociado con la AR. Es mucho menos común que la osteoartritis (OA), la cual se trata de una afección que sucede en muchas personas debido al desgaste en las articulaciones a medida que se envejece.

Síntomas

La mayoría de las veces, la AR afecta las articulaciones en ambos lados del cuerpo por igual. Los dedos de las manos, las muñecas, las rodillas, los pies, los codos, los tobillos, la cadera y los hombros son los que resultan afectados con mayor frecuencia.

La enfermedad a menudo comienza de manera lenta, pudiendo incluir los síntomas iniciales los siguientes aspectos:

  • Dolor articular leve
  • Rigidez
  • Fatiga

Los síntomas articulares pueden incluir:

  • La rigidez matutina, que dura por más de 1 hora, es común.
  • Las articulaciones pueden sentirse calientes, sensibles y rígidas cuando no se usan durante una hora.
  • El dolor articular a menudo se siente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo.
  • A menudo las articulaciones están inflamadas.
  • Con el tiempo, las articulaciones pueden perder su rango de movimiento y volverse deformes.

Otros síntomas incluyen:

  • Dolor torácico al respirar (pleuresía)
  • Resequedad en ojos y boca (síndrome de Sjögren)
  • Ardor, picazón y secreción del ojo
  • Nódulos bajo la piel (generalmente un signo de una enfermedad más grave)
  • Entumecimiento, hormigueo o ardor en las manos y los pies
  • Dificultades para dormir

Pruebas y exámenes

No hay un examen que pueda determinar con certeza si usted tiene o no AR, la mayoría de las personas con AR tendrán algunos resultados anormales en exámenes. Sin embargo, algunas personas tendrán resultados normales en todos los exámenes. Dos pruebas de laboratorio que a menudo resultan positivas en la mayoría de las personas y que ayudan en el diagnóstico son:

  • Factor reumatoideo
  • Anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados (anti-PCC)

Estas pruebas resultan positivas en la mayoría de los pacientes con AR. La prueba de anticuerpos anti-PCC es más específica para la AR.

Otros exámenes que se pueden hacer incluyen:

  • Conteo sanguíneo completo
  • Proteína C reactiva
  • Tasa de sedimentación eritrocítica
  • Radiografías de las articulaciones
  • Ultrasonido o resonancia magnética de las articulaciones
  • Análisis de líquidos en las articulaciones

Tratamiento

En la mayoría de los casos, la AR requiere tratamiento por largo tiempo a cargo de un reumatólogo. El tratamiento incluye:

  • Medicamentos
  • Fisioterapia
  • Ejercicio
  • Educación
  • Cirugía, si es necesario

El tratamiento oportuno para la AR con medicamentos denominados fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMA) debe ser usado en todos los pacientes. Estos hacen más lenta la destrucción de las articulaciones y previenen las deformidades. Se debe evaluar la actividad de la AR con frecuencia para asegurarse que la enfermedad está controlada. El objetvo del tratamiento es detener el progreso de la AR.

CIRUGÍA

Se puede necesitar cirugía para corregir las articulaciones que sufrieron daño grave. La cirugía puede incluir:

  • Extirpación del revestimiento articular (sinovectomía)
  • Artroplastia total en casos extremos que puede incluir reemplazo total de rodilla (RTR) y artroplastia de cadera

FISIOTERAPIA

Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento y los programas indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular y ayudar a mantener los músculos fuertes.

Algunas veces, los terapeutas usarán máquinas especiales para aplicar calor profundo o estimulación eléctrica para reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.

Otras terapias que pueden ayudar a aliviar el dolor articular incluyen:

  • Técnicas de protección de la articulación
  • Tratamientos con calor y frío
  • Férulas o dispositivos ortopédicos para apoyar y alinear las articulaciones
  • Períodos frecuentes de descanso entre las actividades, así como de 8 a 10 horas de sueño cada noche

NUTRICIÓN

Algunas personas con AR pueden tener intolerancia o alergias a determinados alimentos. Se recomienda una dieta nutritiva y equilibrada. Puede ayudar el hecho de consumir alimentos ricos en aceites de pescado (ácidos grasos omega-3). Es necesario suspender el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico para una persona depende de la gravedad de los síntomas y de la respuesta al tratamiento. Es importante empezar el tratamiento lo más pronto posible. Las visitas de seguimiento regulares son necesarias para ajustar el tratamiento.

Sin tratamiento apropiado, las articulaciones pueden dañarse de manera permanente. El tratamiento oportuno con la combinación de tres medicamentos FARMA conocida como “terapia triple”, o con medicamentos biológicos FARMA, puede prevenir el dolor y el daño articular.

Posibles complicaciones

Si no se trata adecuadamente, la AR puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo. Las complicaciones pueden incluir:

  • Daño al tejido pulmonar.
  • Aumento del riesgo de endurecimiento de las arterias.
  • Lesión en la columna cuando los huesos del cuello resultan dañados.
  • Inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis reumatoidea), la cual puede llevar a que se presenten problemas en la piel, los nervios, el corazón y el cerebro.
  • Hinchazón e inflamación del revestimiento externo del corazón (pericarditis) y del músculo cardíaco (miocarditis), lo cual puede llevar al desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Sin embargo, estas complicaciones pueden evitarse con el tratamiento adecuado. Los tratamientos para la AR también pueden causar efectos secundarios graves. Consulte a su proveedor respecto a los posibles efectos secundarios del tratamiento y qué hacer si se presentan.

    Prevención

    No existe una forma de prevención conocida. Fumar cigarrillos parece empeorar la AR, así que es importante evitar el tabaco. El tratamiento apropiado y oportuno puede ayudar a prevenir un daño mayor a las articulaciones.

    Fuente Medlineplus