El calzado deportivo ha sufrido en los últimos años una auténtica revolución tanto en la composición de sus materiales como en el diseño y la ergonomía.

En el desarrollo de las zapatillas deportivas son fundamentales tres conceptos : amortiguación, estabilidad y control, que conformarán las diferentes características propias de cada deporte.

Es así que podemos encontrar zapatillas para correr sobre asfalto, running, campo a través etc.

Así mismo, y atendiendo a las características del corredor, podremos encontrar zapatillas para pisada neutra, pronador, corredor ligero o pesado, de entrenamiento o competición etc.

Motivado por todo lo anterior, se han ido produciendo mejoras que han dado lugar a un menor índice de lesiones.

No obstante el propio calzado en sí puede ser un factor desencadenante de lesiones que estarían relacionados con lo siguiente:

-Disminución de la capacidad de absorción del impacto por deterioro del material

-Endurecimiento del material con el paso del tiempo

-Desgaste o despegue de la suela.

-Deformación de la zapatilla según el tipo de pisada

-Rotura de costuras o desgarros del tejido etc.

Cuanto más ligera es una zapatilla menor será el factor de amortiguación y estabilidad y mayor el riesgo de lesión.

Las zapatillas con mayor peso implicarán un mayor esfuerzo y en consecuencia peor crono.

Es por ello que el corredor tendrá que seleccionar la zapatilla con las características más apropiadas teniendo en cuenta su peso, tipo de pisada, superficie por la que entrena, kilometraje etc.

Los pies con alteraciones estructurales darán lugar a mayores deformidades y desgastes del calzado.

El peso de las zapatillas oscila entre los 170 gramos de una zapatilla de competicion y los 350 de una de entrenamiento. A lo largo de una maratón por ejemplo podemos estar hablando de varias toneladas de diferencia.

Las zapatillas de competición, no obstante estarán siempre reservadas a deportistas de élite o corredores con muy buena estructura física, ya que las de entrenamiento son más estables y amortiguan mucho más.

La sujeción será una variable importante sobre todo en corredores pronadores y/o con talón inestable, tendentes a provocar repetidos esguinces.

La amortiguación es una virtud fundamental sobre todo en corredores con pies cavos y peso por encima de los 80 kg. Otra diferenciación es la superficie del terreno que motivará la capa superficial de la suela, ya sea esta de tacos en terrenos agrestes o más o menos lisas para el asfalto.

Cuando la capa superficial de la suela desaparece por desgaste habrá llegado el momento de renovarlas por otras.

Fuentes; Podología deportiva Ed. Bernat Vazquez

Un artículo que nos ha parecido de mucho interés y que hemos querido compartir con todos vosotros.

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