Hoy os hablamos de un tema muy importante y sobre el cual nos haceis muchas preguntas, por ello, cuando hemos visto esta publicación no hemos podido evitar compartirlo con vosotros y esperamos que os sirva de ayuda.
ESCARAS
– Prevención de escaras
El 98% de las úlceras por presión se pueden prevenir.
¿Qué son?
Las escaras ó úlceras por presión (upp) son zonas localizadas de necrosis del tejido isquémico, que se desarrollan debido a una compresión durante un periodo de tiempo prolongado de los tejidos blandos que hay entre una prominencia ósea o cartilaginosa y una superficie externa.
Se distinguen 4 etapas o estadios de las upp que quedan reflejados en la tabla 1.
¿Por qué?
La causa principal de aparición de úlceras es la presión, ya sean fuerzas de compresión de alta intensidad por corto período o de baja intensidad por largos períodos. Igualmente, el cizallamiento, o estiramiento, puede causar úlceras.
Éste se da cuando alguien se desliza ligeramente hacia abajo en una cama o silla.
La fricción que se genera en estos casos también puede ser responsable de una apertura inicial de la piel.
Además, hay que tener en cuanta determinados factores de riesgo que pueden agravar la situación:
– Disminución de la movilidad.
– Envejecimiento y ausencia de elasticidad de la piel.
– Morfología y peso.
– Estado nutricional.
– Edad.
– Maceración por decúbito, hipertermia o déficit inmunitario.
– Sarcopenia, pérdida de masa muscular.
– Falta de sensibilidad, parálisis o neuropatías.
– Problemas circulatorios.
– Calor y humedad (incontinencia).
¿Dónde?
La zona sacra (sacro, is quión y trocánter) acumula el 50% de las escaras; seguida de los talones, con el 35% de los casos. El occipital, con un 10%, y los omoplatos, con un 5% también son áreas de riesgo elevado.
En cifras…
En España: unas 100.000 personas sufren úlceras, de las cuales 6.000 tienen riesgo de fallecer a consecuencia de ellas.
Frecuencia: Entre el 6% y el 8% de los pacientes hospitalizados se llagan. 76 años es la edad media del paciente con úlcera por presión.
Coste: 15.300 euros de promedio por paciente. El gasto crece exponencialmente a medida que se agrava el estado de la úlcera (ver tabla 2)
Prevención
La prevención es la mejor estrategia contra las úlceras por presión. De hecho, las escaras son mucho más fáciles de prevenir que de curar, y para ello la Ortopedia ofrece ayudas de gran efectividad por sus resultados contrastados. Además será preciso seguir un protocolo de actuación basado en:
– Movimientos continuos y reposicionamiento del paciente para aliviar la presión sobre las áreas vulnerables. Debe haber un calendario de rotación para controlar los cambios posturales.
– Evaluación regular de la piel. Escalas y herramientas se utilizan para detectar cambios tempranos. Algunos signos de testigo incluyen parches rojos de piel que no desaparecen o ampollas.
– Dieta. Se recomienda a los pacientes seguir una dieta sana y equilibrada, incluso con suplementos en el caso de deficiencias.
– Higiene e hidratación. El paciente ha de estar limpio, seco e hidratado.
Soluciones:
El dispositivo antiescaras universal no existe, ya que son muchos los factores que influyen a la hora de escoger el producto más adecuado para cada paciente. Será el Técnico protésico, conocedor de la oferta existente y de las especificidades de cada usuario, quien podrá hacer una valoración sobre las opciones más adecuadas en cada caso.
Habrá que tener en cuenta varios aspectos en relación a la patología, morfología y factores de riesgo de cada paciente, teniendo en cuenta no sólo la eficacia, sino también el confort y la estabilidad.
Con toda esta información se determinará el nivel de riesgo, diferenciando cuatro categorías: leve, medio, elevado y muy elevado.
Para esta evaluación existen varias herramientas específicas, destacando la Escala de Braden y la Escala de Norton:
La primera evalúa el riesgo de padecer úlceras por presión en base a 6 factores:
1. Percepción sensorial
2. Movilidad
3. Actividad física
4. Exposición de la piel a la humedad prolongada
5. Nutrición
6. Roce y peligro de lesiones cutáneas.
Por su parte, la Escala Norton tiene en cuenta 5 variables:
1. Estado físico general.
2. Estado mental
3. Movilidad
4. Actividad
5. Incontinencia
En ambos casos, el resultado de la valoración indicará al ortopedia el nivel de riesgo de cada paciente, quien decidirá el tipo de productos antiescaras más convenientes.
En los próximos dias seguiremos hablando del tema, incluyendo recomendaciones de productos.
Recordar y agradecer la información a la revista profesional Ortoprotesica, de donde procede la información publicada.
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