¿Alguna vez has sentido cosquilleo molesto en la punta de los dedos de la mano? ¿O debilidad en las muñecas? Es posible que se trate del síndrome del túnel carpiano, algo muy común entre la población que causa estos síntomas.

Desde Ortopedia Ejido te dejamos este artículo de la Revista “Aula de la Farmacia”, escrito por Eduardo Rojo Amigo.

Con el podrás saber todo acerca del Síndrome del Túnel Carpiano.

Clínica del síndrome del Túnel Carpiano
El síndrome del túnel carpiano es una neuropatía periférica que se debe a la compresión del nervio mediano de la muñeca.

Definición
El síndrome del túnel carpiano (STC) es la neuropatía periférica por atrapamiento más frecuente. Deriva de la compresión del nervio mediano al nivel de la muñeca, concretamente en el denominado túnel carpiano, siendo este un conducto osteofibroso inextensible constituido posteriormente por la concavidad que crean los huesos del carpo y por delante el ligamento anular del carpo.
Es más frecuente en el sexo femenino, entre los 40 y 60 años y con claro componente ocupacional. Los síntomas son bilaterales en el 50% de los pacientes.

Etiología
Cualquier proceso que provoque la ocupación del espacio produce el atrapamiento del nervio. Existen dos motivos principalmente para la aparición de la patología:
•Causa idiopática (degeneración hipertrófica del ligamento anular), hasta un 50% de casos.
•Traumas y microtraumas (fracturas mal consolidadas, facturas de Colles, callosidades, obreros de máquinas neumáticas, amas de casa…).

Otras posibles causas son: artritis inflamatorias (artritis reumatoide, lupus), artritis microcristalinas (gota, condrocalcinosis), endocrinopatías (diabetes mellitus, hipotiroidismo, acromegalia), tenosinovitis de los flexores, embarazo, anticonceptivos, enfermedades de depósito (amiloidosis, mucopolasacaridosis), artropatía del hemodializado, mieloma multiple, gangliones, tumores (lipoma, hemangioma), infecciones, obesidad y disfunciones de los huesos del carpo en subluxación anterior.

Aunque de etiología multifactorial, la patología del túnel carpiano puede diferenciarse en aguda o crónica. La forma aguda suele ser poco frecuente y es debida a un aumento rápido y sostenido de la presión en el túnel carpiano. La forma crónica es mucho más común y los síntomas pueden persistir durante meses o años.

Sintomatología
El síndrome del túnel carpiano se caracteriza por su evolución de carácter progresivo y de larga evolución, siendo inusual un inicio agudo.

Los síntomas más frecuentes son dolor, cianosis de los tres primeros dedos y parestesias en el territorio de inervación del nervio mediano. Ocasionalmente irradia a antebrazo y codo, de predominio nocturno con afectación del sueño. Puede ceder con elevación del brazo y agitación de la mano.
Puede existir síntomas más precoces que los sensitivos, relacionados con una leve debilidad de la musculatura y discreta amiotrofia de los músculos de eminencia tenar.
La mano puede estar seca y caliente por disminución del sudor normal, por desequilibrio vasomotor.

Exploración y diagnostico

Exploración física: en los casos avanzados puede haber atrofia de eminencia tenar, debilidad y dificultad para los movimientos de abducción y oposición del primer dedo. El signo con mayor valor predictivo es el de Flick: el paciente obtiene alivio agitando su mano.

•Diagrama de Katz: diagrama autoadministrado por el paciente en el que indica los territorios exactos de la sintomatología. Existen tres gradientes: clásico, probable e improbable.
•Prueba de Phalen: la flexión palmar máxima de ambos carpos durante 2 minutos produce parestesias.
•Prueba de Gilliat: insuflación, con un manguito de presión, en el brazo de una presión superior a la sistólica durante 1 minuto. La prueba es positiva si provoca parestesias en el territorio del nervio mediano.
•Signo de Tinel: percusión con el martillo de reflejos sobre el ligamento anular ventral, produce sensación de descarga eléctrica sobre 2º y 3º dedos.

La evolución espontanea de la enfermedad es hacia el progresivo deterioro irreversible de la función nerviosa (dolor, fallos de sensibilidad y pérdida de fuerza).
Existen estudios que demuestran que la sensibilidad de las maniobras exploratorias depende de la gravedad del STC. En etapas iniciales de la enfermedad predominan los síntomas sensitivos, mientras que en etapas avanzadas predominan los síntomas motores.

Pruebas complementarias

• EMG: detecta la disminución de la velocidad de conducción sensitiva y motora.
• Radiologia: preferible en casos postraumáticos. Se valora: deformidades, estrechez de canal o existencia de prominencias.
• Analitica: hemograma, VSG, proteinograma, glucemia, creatinina, uricemia, ANA, FR, TSH y T4.
• Potenciales evocados somatosensoriales: un potencial evocado (PE) es el registro de la manifestación eléctrica que se produce en el cerebro o en el sistema nervioso central ante un estímulo determinado. Los que se estudian de forma más habitual son visuales (PEV), acústicos o de tronco cerebral (PEA o PEAT), somestesicos (PES) y motores (PEM).
En el caso del nervio mediano en el miembro superior, se estimula eléctricamente a este nervio en diferentes puntos de su recorrido, de tal manera que se puede encontrar alteración de velocidad en la conducción a cualquier nivel.

Tratamiento

Un 34% de causa idiopática remite sin tratamiento en 6 meses.
1.Tratamiento etiológico: valorar la retirada de los anticonceptivos orales y en gestantes evaluar después del parto, controlar y tratar el problema específico: diabetes, hipotiroidismo, artritis reumatoide, gota…
2.Tratamiento conservador: En casos con síntomas leves se recomienda reposo de la mano, inyección corticoide, AINE y/o férula dorsal nocturna en extensión que abarque mano y antebrazo.
3.Quirúrgico: Se planteará en los casos de déficit sensitivo o motor establecidos, lesiones ocupantes de espacio que requieran extirpación, síntomas severos o progresivos de más de 12 meses de evolución.

Tratamiento fisioterapéutico

El tratamiento fisioterapéutico debe ir enfocado a la búsqueda de la técnica más adecuada para la patología causante de los signos y síntomas que presenta el paciente, por ello es muy importante la anamnesis al paciente. Se debe examinar la movilidad de todas las articulaciones de la mano, valorar la musculatura –buscando las posibles atrofias musculares, sobre todo en los casos avanzados–, valorar la repercusión que tienen los procesos inflamatorios y la sintomatología en la biomecánica.

También es importante consultar al paciente cuales son las actividades que suele realizar con la mano, para identificar las actividades repetidas de la muñeca que pueden exacerbar el dolor y agravar los síntomas.
Lo primero que se debe tener en cuenta es si el STC está diagnosticado por alguna enfermedad de base. Si existiera su tratamiento, este deber ser primordial, siempre y cuando la fisioterapia tenga herramientas para ello.
También es importante saber el estadio en el que se encuentra la patología, agudo o crónico, y el objetivo que se quiere conseguir: analgésico, antiinflamatorio, recuperar la movilidad en la articulación, recuperar el tropismo muscular y/o tratar alteraciones de la sensibilidad.

Tratamiento conservador

•Estiramiento del ligamento anular anterior del carpo.
•Manipulaciones de muñeca y mano.
•Movilizaciones del carpo para suprimir las adherencias.
•Reforzar los músculos débiles del pulgar.
•Tratar los músculos flexores del antebrazo con espasmo (stretching, spray and stretch, relajación miofascial, kinesiotape, puncion seca).

Tratamiento zonal

•Liberar el nervio mediano, sobre todo su trayecto, de las posibles compresiones (desfiladero costoclavicular y escalenos, pectoral menor, axila y subescapular, ligamento de Struthers, pronador redondo, membrana interósea).
•Tratar la postura si es necesario (aumentar curvas).
•Liberar el miembro superior: técnicas articulatorias, thrusts articulares del codo y hombro.

Ergoterapia

Será esencial enseñar al paciente a evitar movimientos de flexión en la muñeca, y a evitar llevar cargas. Ejercicios de estiramiento de los músculos flexores de dedos y ejercicios tonificantes.

Tratamiento post-quirúrgico

•Tratamiento cicatricial: requiere de una gran importancia, ya que la mayoría de los fracasos de las intervenciones quirúrgicas suceden por un crecimiento anárquico e invasivo de la cicatriz dejada por la cirugía. Técnicas enfocadas a la cicatriz como masaje desbridante, kinesiotape, punción seca, o diafibrosis diacutanea, ayudan a un buen éxito post-quirúrgico.
•Reeducación clásica de la mano, teniendo en cuenta el tipo de intervención.
•Masoterapia trófica y circulatoria.
•Maniobras de drenaje para actuar contra el edema.
•Movilización pasiva, activa asistida y después activa.
•Tras recuperación de dedos y muñeca, antepulsión del pulgar.
•Electroestimulación y fortalecimiento.
•Electroterapia (ultrasonido, TENS, láser).
•Magnetoterapia.
•Ergoterapia: ejercicios funcionales.

FUENTE: AULA DE LA FARMACIA.

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