Triada

La “Unhappy Triad”, que también se puede traducir como la “triada “, es una lesión de rodilla que consiste en una desafortunada concatenación de lesiones en la articulación de la rodilla, donde resultan dañados el ligamento interno, el menisco (un cartílago en la articulación) y el ligamento cruzado.

Generalmente esta lesión se desencadena por un movimiento de giro de la rodilla. También sucede a menudo cuando un esquiador se queda trabado con los esquís. Por norma general el tratamiento resulta complicado y depende de numerosos factores, como la gravedad de las lesiones individuales. En estos casos se utilizan las ortesis de rodilla, ya que estabilizan y descargan la articulación de la rodilla durante el proceso de curación.

Causas de la “triada”

La práctica deportiva o los accidentes pueden causar a menudo lesiones combinadas en la articulación de la rodilla. Una “triada ” se compone de las siguientes tres lesiones individuales:

  • Desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA)
  • Desgarro del ligamento lateral medial (LCP)
  • Lesión del menisco interno

Las lesiones surgen generalmente cuando la rodilla está ligeramente flexionada, la pierna se encuentra en posición X y la rodilla se gira hacia fuera con la pantorrilla en reposo (estrés valgo). Es bastante raro que este desafortunado movimiento ocurra en el día a día. Es una lesión común entre esquiadores y deportistas que practican deportes de contacto con balón, como fútbol o balonmano. Los deportistas de lucha también sufren a menudo la triada.

Síntomas de una triada

Tanto al esquiar como al practicar fútbol, en la práctica deportiva competitiva la rodilla se gira más rápido, como bien saben los afectados. A veces se puede oír un sonoro “plop”, causado por el desgarro de los ligamentos. Y a partir de entonces va todo muy rápido: La rodilla se inflama mucho y duele intensamente. Y ya no se puede realizar ningún movimiento, ni de flexión ni de estiramiento, porque la inflamación lo impide, y además el dolor es insoportable. Al intentar caminar o pararse, a menudo la rodilla cede. Esta lesión por carga también se denomina “fenómeno de giving-way”. Por norma general se sufre un derrame hemático, que también puede surgir en los primeros días tras el accidente.

Como primeras medidas en caso de una triada, la rodilla se debe poner en alto y aplicarse frío. La articulación se debe inmovilizar provisionalmente en posición de extensión, y sobre todo no volver a someterla a carga.

Diagnóstico de una triada

Para el diagnóstico, lo primero que hará el ortopeda será preguntar por las circunstancias precisas de la lesión. Ya con la descripción de la secuencia del accidente, el médico puede detectar una triada. A continuación procederá con un examen corporal para evaluar las estructuras de la articulación de la rodilla. Mediante tomografía por resonancia magnética (TRM) se puede realizar una valoración de los ligamentos, los meniscos y los cartílagos.

Tratamiento de una triada

El tratamiento para una triada es complicado, dado que no se trata de la lesión de una única estructura, sino de una lesión combinada que afecta a varias estructuras de la articulación de la rodilla.

En el caso de varias lesiones de ligamentos internos es suficiente un tratamiento conservador (sin intervención quirúrgica) con medicamentos, fisioterapia, vendajes de apoyo o rodilleras (ortesis) y tonificación muscular dirigida en combinación con vendajes y ortesis para la curación. Sin embargo, por norma general los desgarros del ligamento cruzado y el menisco no se curan por sí mismos. En determinadas circunstancias, es necesario realizar una intervención quirúrgica con posterior rehabilitación.

En el caso de las lesiones de menisco, el tratamiento dependerá del alcance de la lesión. En función de la gravedad de la rotura del menisco, se aplicarán medidas conservadoras o quirúrgicas para el tratamiento. En caso de intervención quirúrgica de la triada, el ligamento cruzado desgarrado se coserá o se sustituirá, y se retirarán los fragmentos desprendidos del menisco. El ligamento lateral suele sanar sin necesidad de medidas quirúrgicas.

La operación para la triada suele realizarse en la mayoría de los casos mediante artroscopia. La intervención solo requiere pequeñas incisiones cutáneas, minimizando así el riesgo de infección y los tiempos de curación de las suturas por intervención quirúrgica. Tras una operación, es necesaria una prolongada fase de recuperación con fisioterapia y utilizar ortesis para la estabilización y la descarga de la articulación de la rodilla. La ortesis protege, descarga y permite además un aumento muy progresivo de la carga de la articulación de la rodilla.

Complicaciones derivadas de una triada

Si además de la inestabilidad estructural existe una estabilidad funcional que no se consigue compensar con entrenamiento muscular, se prescribe una intervención quirúrgica. De lo contrario, a largo plazo en estas partes del cuerpo se desarrollará una artrosis. Sin operación, los cartílagos se cargarán desproporcionadamente y terminarán desgastándose. Si como consecuencia de ello ya no hay capa de protección, los huesos se friccionan entre sí unos con otros, lo que a su vez causa intensos dolores y fenómenos de desgaste. En caso de manifestaciones más moderadas de las lesiones individuales de una la estabilidad de la articulación de la rodilla a menudo no se reconoce hasta después. Si el ortopeda se decanta por un tratamiento conservador, se recomienda volver a examinar la estabilidad de la articulación de la rodilla transcurrida una semana.

Ortesis para soporte de la articulación de la rodilla

Las ortesis contribuyen significativamente al tratamiento de una triada. Las ortesis SecuTec Genu y SofTec Genu estabilizan la articulación de la rodilla en la fase de curación en caso de tratamiento conservador o tras una intervención. SecuTec Genu está compuesta por aluminio ligero con acolchado agradable para la piel, transpirable y cómodo, no resbala y es cómoda de llevar. Si tras la intervención quirúrgica la zona de la articulación de la rodilla está inflamada, esta hinchazón se puede compensar con el elemento acolchado.

SoftTec Genu dispone de articulaciones laterales “inteligentes”, que se pueden ajustar de forma autónoma a los ejes de giro individuales de la rodilla. Ambas ortesis estabilizan la articulación de la rodilla desde fuera. Para ello la articulación se puede ajustar en pequeños pasos y permite la carga gradual de la articulación de la rodilla durante el proceso de curación. Por todas estas razones, las ortesis SecuTec Genu y SofTec Genu contribuyen de manera útil y significativa a la curación de la lesión.

Fuente Bauerfeind