El pie es la parte final de las extremidades inferiores y que suele llevar el peso del cuerpo. Entre sus funciones destaca porque permite la locomoción, el movimiento y que nos podamos desplazar de un sitio a otro. Cuando nos referimos a las partes del pie humano, que engloba también el tobillo, resaltamos hay varias partes del pie, y suele tener una estructura compleja y mecánica con 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones.

Estructura del pie

El pie se puede subdividir en tres partes: retropié, parte media y antepié, mientras que su porción ósea presenta el tarso, el metatarso y las falanges, cada una de las cualas la forman distintos tipos de huesos.

Retropié

Hace referencia a la parte posterior de la planta del pie. Aquí encontramos el astrágalo y el talón. La tibia y el peroné de la pierna conectan directamente con el pie con la zona del astrágalo. Es de remarcar que el talón es el hueso más grande del pie y esta zona suele tener una acción estabilizadora.

Parte media

Corresponde a la parte media o central del pie y la engloban diversos huesos irregulares y cuneiformes. Juntos forman lo que se conoce como arco del pie y su función básica e importante es la de amortiguador. Esta zona conecta con el retropié y el antepié gracias a una serie de músculos y huesos.

Antepié

Es la zona delantera donde se sitúan los cinco dedos y encontramos aquí las falanges que forman el metatarso. Las articulaciones que hay entre las falanges se llaman interfalángicas y las que se sitúan entre el metatarso y las falanges son metatarsofalángicas. Su función, en este caso, es dinámica.

Huesos del pie

En esta zona del cuerpo encontramos una gran cantidad de huesos y articulaciones de diferentes tamaños.

-Tarso. Engloba nada menos que siete huesos articulados, tanto en el pie izquierdo como en el pie derecho. Lo encontramos entre el extremo inferior de la tibia y del peroné y el metatarso. Y se articula gracias a los huesos del metatarso.

-Metatarso. Está formado por cinco huesos largos.

-Astrágalo. Hemos visto antes que es el hueso del tobillo y lo encontramos dentro del tarso.

-Calcáneo. Es la parte del tarso que forma el talón. Gracias a este hueso podemos flexionar el plantar del pie, la rodilla y estabilizar la pierna.

 

Artículo con procedencia de okdiario.com

 

Ortopedia Ejido