Comenzamos con un artículo muy interesante de Orliman…

 

¿Cuántas veces nos quejamos de dolor en algún pie o en los dos? Y no le damos mayor importancia, pensando que es culpa de llevar unos zapatos inadecuados, de haber estado mucho tiempo de pie o por haber ido andando mucho. Más de la mitad de los adultos (el 55%) sufre dolor de pies, según un estudio publicado por Arthritis Care Research.


Sin embargo, a pesar de ese porcentaje sentir dolor no es normal y hay que prestarle atención a ese aviso, porque el pie tiene un valor fundamental dentro de nuestro esqueleto. Es el último extremo de la cadena osteomuscular de las extremidades inferiores y como tal su comportamiento influirá en el resto de la cadena (tobillo, rodilla, cadera e incluso puede llegar a la columna). De ahí la importancia de prestarles atención e intentar poner remedio a cualquiera de las posibles alteraciones biomecánicas en cuanto aparecen, para así mantener el equilibrio en nuestro cuerpo.
Esas alteraciones biomecánicas del pie pueden ser de diversas causas: malformaciones congénitas, lesiones neurológicas, vasculares o de partes blandas, deformaciones adquiridas, metatarsalgias, talalgias, artrosis o artritris, o lesiones de la piel o de las uñas.
Pero además, diversos estudios apuntan a que el 80% de los problemas y dolores en el pie tienen origen mecánico, debido a los miles de impactos repetitivos a los que los sometemos en nuestras actividades diarias. Para tratar esas molestias por sobreesfuerzo, sobrepresión o por un incremento de la tensión mecánica de las estructuras uno de los tratamientos más usados son las plantillas personalizadas, como el modelo PL-BION de Orliman, que ayudan a que el dolor de articulaciones disminuya, aumentan el equilibrio y reducen la fatiga muscular, ya que son perfectamente adaptables a la ergonomía del pie. Al estar diseñadas para aumentar la superficie de la pisada, para reducir las alteraciones biomecánicas del pie, se reparte mejor el peso del cuerpo, eliminando la presión y reduciendo los impactos que recibe, ofreciendo mayor comodidad.
Estas plantillas personalizadas son también un ejemplo más de la apuesta por la I+D+I de Orliman, ya que están compuestas por un tejido de microfibra (On Steam) que proporciona la máxima transpiración y se mantienen siempre secas. Además conservan el pie a la temperatura necesaria y cuenta con un tratamiento antibacterias a través del uso de carbono.
Las plantillas personalizadas son uno de los principales tratamientos para el dolor del pie, pero no es el único. Como hemos dicho, es conveniente prestarles atención porque el dolor es síntoma de algo más, no es lo normal. Por eso es importante examinarlos regularmente para evitar la existencia de hongos, grietas en la piel o durezas.

 

A ello hay que sumar el lavarlos regularmente (prestando atención entre los dedos) y cortar bien las uñas; usar calzado adecuado; masajearlos para aumentar la presión sanguínea y al final del día ponerlos en alto (por encima del corazón) con el fin de dejarlos descansar, mejorar la circulación y reducir la hinchazón que suele aparecer después de un largo día de estar parado o caminando.

 

Y por supuesto, acuda regularmente al podólogo, ya que este especialista estudiará los problemas y será el que le recomiende el mejor tratamiento.