En Ortopedia Ejido, queremos compartir este artículo de REPORTAJE BIENESTAR:
-Anemia: La falta de hierro en la sangre dificulta la oxigenación de los músculos, lo que provoca el cansancio. Las causas de la anemia pueden ser perdidas de sangre (incluso reglas abundantes) o mala alimentación. En cualquier caso conviene consultarlo con el médico para hacer analíticas de sangre y que nos rescate, si es necesario, tomar suplementos de hierro.
-Hipotiroidismo: De nuevo hablamos de la importancia de las hormonas para regular nuestro organismo. Cuando la tiroides va “lenta” hablamos de hipotiroidismo y esto provoca que los nutrientes no lleguen bien a los músculos. Además de sentir cansancio, el hipotiroidismo se acompaña de un aumento de peso sin motivo, somnolencia… De nuevo una simple analítica puede desvelar la situación de las hormonas y, si es necesario, el médico te recetará un tratamiento para contrarrestar estos problemas.

 

RECUERDA: ES FRECUENTE QUE EN ESTA ÉPOCA TENGAMOS MÁS SOMNOLENCIA Y QUE AUMENTEN LOS DOLORES DE CABEZA Y LA DIFICULTAD PARA PODER CONCENTRARNOS.

 

BUENOS HÁBITOS QUE TE CARGARÁN DE ENERGÍA.

 

1. DUERME Y DESCANSA
Parece obvio que si estamos cansados, la solución idónea es dormir las horas necesarias, pero lo importante es procurar un buen descanso, para ello la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología recomienda:
-Acuéstate y levántate siempre a la misma hora, incluso fines de semana y vacaciones.
– No intentes dormir hasta que tengas sueño.
– Permanece en la cama el tiempo suficiente, adaptándolo a tus necesidades de sueño. Reducir el tiempo de permanencia en la cama sin dormir mejora el sueño, y al contrario, permanecer mucho tiempo en la cama puede producir un sueño fragmentado y ligero.
– Si pasados 30 minutos desde que te acostaste no puedes dormir, levántate de la cama, vete a otra habitación y realiza alguna actividad tranquila, como leer. Cuando vuelvas a tener sueño, regresa al dormitorio.
– Evita la siesta. En casos concretos se puede permitir una siesta no más de 30 minutos de duración.
– Evita las bebidas que contienen cafeína y teína. Limita el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si la frecuencia urinaria es un problema.
– Ten en cuenta los efectos que ciertos medicamentos puedan tener sobre el sueño. Los estimulantes a la hora de acostarte y los sedantes durante el día pueden afectar de forma desfavorable al sueño.

 

2. TOMA EL SOL MODERADAMENTE
Puesto que al tener menos horas de sol esto nos provoca cierto bajón, hay que aprovechar los momentos soleados para recargar nuestros niveles de serotonina que, como ya hemos dicho, se produce como respuesta a la luz solar. Está comprobado que realizar actividades al aire libre mejoran nuestro estado de ánimo.

 

3. HAZ EJERCICIO
El ejercicio, además de ser beneficioso para nuestros músculos, corazón y peso, también proporciona que nuestro cuerpo genere endorfinas y se libere del estrés, lo cual nos hace sentir mejor. Si hace buen tiempo aprovecha para hacer actividades al aire libre, basta con un paseo de media hora diaria para notar sus beneficios.

 

4. ALIMENTOS PARA LEVANTAR EL ÁNIMO
Los nutrientes de nuestra dieta diaria también influyen en nuestra vitalidad, concretamente, si nos sentimos decaídos, tenemos que aumentar la ingesta de:
– Triptófano, que es el aminoácido esencial para que el cuerpo fabrique serotonina por el día y melatonina por la noche. Este nutriente lo encuentras preferentemente en los lácteos, huevos, pescados y carnes y en frutas, como el plátano y la piña.
– Hierro, puesto que la falta de este mineral provoca cansancio, mareos, hay que evitar su déficit consumiendo alimentos ricos en hierro como son las legumbres, el marisco y la carne. Si en esta misma ingesta consumes vitamina C (un zumo de naranja) el hierro es mejor asimilado por el organismo.
– Hidratos de carbono, que nos aportan la glucosa que el cerebro y los músculos necesitan para su correcto funcionamiento. Mejor si consumimos productos integrales, como el pan, ya que al ser la digestión más lenta consigue que la liberación del azúcar en sangre sea progresiva evitando picos de glucosa.
– Vitamina A, B, C y E, que nos ayudan a evitar el estrés oxidando a mantener los niveles adecuados de hormonas. Con un consumo regular de frutas y verduras conseguimos los niveles óptimos aunque también podemos consultar con nuestro farmacéutico qué suplemento nutricional sería el más adecuado.

 

5. SIEMPRE POSITIVO
Nuestras ideas y pensamientos son clave en el ánimo y calidad de vida que tenemos, así pues, pensar en positivo, comenzar nuestras actividades y proyectos, buscar tiempo para hacer las cosas que nos gustan y relajarnos, son hábitos muy beneficiosos que nos cargarán de energía y alegría.

¡Anímate a poner en práctica buenos hábitos para superar el bajón invernal!